Pides poco para ti, apenas lo verbalizas, pero en tu cabeza sientes que no es suficiente.
Sabes que te has dejado a un ladito, en pausa.
Y el tiempo pasa.
Y lo que antes te servía, ya no.
Ya no más.
Hay una parte de ti que querría gritar:
«¡Oye, que existo!»
«¡Y valgo mucho, muchísimo!»
En el fondo, hay un orgullo en ti que quiere ser reconocido, pero ni te permites mostrarlo. Porque eso es malo.
O eso te han dicho…
Y ahora quieres ser vista.
Sí, ya sí.
Aun así, dudas.
Miras a tu alrededor y piensas:
«¿Y yo?»
«¿Qué tengo que ofrecer?»
La respuesta es alta y clara:
MUCHO. ¡MUCHISIMO!
Solo tienes que escuchar tu propia voz.
Esa que ahora suena muy bajita.
Casi un susurro.
Porque eres necesaria.
Con toda tu experiencia.
Esa que te hace única, irrepetible y sabia.
A veces, solo necesitamos alguien que nos ayude a ver lo que ya está ahí. Que nos sostenga el espejo en el ángulo correcto para recordar quiénes somos y todo lo que llevamos dentro.
Porque no se trata de inventarse de cero, sino de redescubrirse, de ordenar lo que ya tienes, de trazar un camino que resuene contigo.
En Proyecto DREAMIT, te acompaño en ese proceso de exploración.
Un espacio para escuchar tu voz, conectar los puntos y hacer que todo cobre sentido.
Si sientes que es momento de mirar hacia ti, aquí estamos.
¿Exploramos?