Querido proyecto, no eres tu soy yo

Querido proyecto,

No eres tú, soy yo.

Antes me levantaba con ganas de crearte. Ahora solo pienso en sostenerte.
Te adapté, te ajusté, te perfeccioné… hasta que un día dejé de reconocerte.
Hacerte mi propósito convirtió mi deseo en prisión.

No fue de golpe. Fue poco a poco.
Entre lo que había que hacer y el deseo de que crecieras.
Entre lo que los demás esperaban y lo que necesitaba para que funcionaras.

Y aquí estamos.
Sigues siendo esencial, pero ya no me emocionas igual.
Pienso más en sostenerte que en impulsarte.

Necesito verte desde otro lugar.

Hay un momento en el que todo empieza a pesar.
Tu proyecto sigue ahí, pero la relación con él ha cambiado.
Lo que antes te impulsaba ahora se siente como una carga.
Las ilusiones están enterradas bajo plazos, métricas y expectativas.

Desde Proyecto DREAMIT no te ofrezco soluciones infalibles.
Ni fórmulas magistrales para mejorar tus números.

Lo que te ofrezco es un espacio apartado del ruido diario,
donde puedas explorar nuevas posibilidades y desbloquear lo que te motivaba.
Un lugar donde todo es posible.

Un respiro. Una pausa para mirar tu proyecto con otros ojos.
Un espacio donde la incertidumbre no asusta, sino que abre caminos.
Donde la creatividad no es solo una herramienta.
Es la brújula que te vuelve a emocionar.