Jara Loira: ¿Nos estamos comunicando realmente?

María [Riama]
Hola Jara, bienvenida a Diálogos Abiertos.
Hoy la pregunta que me ronda la cabeza es:
¿Qué hacemos cuando creemos que nos estamos comunicando… pero en realidad no lo hacemos? ¿Qué te sugiere?

Jara Loira
Creo que siempre nos estamos comunicando de una forma u otra, no solo con el lenguaje oral, sino también con gestos, posturas, energía… Otra cosa es que llegue el mensaje que realmente queremos transmitir, que muchas veces es lo que está en juego.
Puede ocurrir que nuestro interlocutor no esté captando justo esa parte o que esté más enfocado en su propia comunicación.

María [Riama]
¿Tú crees que realmente sabemos lo que estamos comunicando o lo que queremos comunicar?

Jara Loira
Creo que no siempre. Podemos tener una intención clara, una idea, pero lograr que esa intención llegue tal como la pensamos es más complejo.
Primero, por nuestras propias capacidades comunicativas: nuestro uso del lenguaje, la elección de palabras, cómo desarrollamos nuestro pensamiento al expresarnos…
Y luego está el receptor: si está interesado, activo, intentando descifrar lo que queremos decir, si ha conectado o no con lo que estamos transmitiendo… o si está más en sus propios pensamientos o prejuicios.
Creo que todos estos mecanismos enturbian la verdadera comunicación oral. ¡Cuántas veces queremos decir algo y sentimos que no nos están entendiendo!

María [Riama]
¡Qué difícil! Es increíble que nos entendamos, con tantos factores funcionando a la vez.
Pero me surge una inquietud: esto que nombras es la comunicación más directa, pero ¿qué pasa cuando entran en juego otras formas de comunicación, asociadas con la tecnología?
¿Cómo varía entonces la comunicación si el espacio-tiempo no se comparte?
Es verdad que, en las cartas postales, antiguamente tampoco se compartía el tiempo o el espacio… pero no sé, creo que no había tanto ruido.
Algo siento que hemos perdido… ¿qué crees que es?

Jara Loira
Hemos ganado inmediatez y la posibilidad de llegar a mucha gente con un solo clic, pero hemos perdido todo lo que acompaña a la comunicación en directo: estar cara a cara, percibir a la persona que nos habla, conectar con sus emociones, su tono, sus gestos…
Todo eso nos da mucha más información que las palabras solas, nos ayuda a entender desde dónde se está expresando alguien.
Además, cara a cara, podemos preguntar, aclarar, matizar… y eso hace que la persona pueda expresar mejor lo que quiere transmitir.
En la comunicación escrita o grabada, eso se pierde. Y, curiosamente, esto activa más nuestras respuestas emocionales. Al no conectar con la intención, la suplimos con nuestras creencias… y muchas veces interpretamos mal.
En resumen: hemos perdido la conexión.

María [Riama]
¡Cierto!
Por eso mi reflexión: creemos que nos estamos comunicando, pero en realidad estamos solo en contacto.
Comunicar es más lo que describes tú que lo que ocurre hoy. El problema es que tenemos tantas interacciones que exceden nuestra capacidad de atención.
¿Tal vez estamos siendo demasiado ambiciosos?

Jara Loira
Totalmente de acuerdo, María.
Demasiados frentes abiertos y muchas veces muy poca calidad en nuestras interacciones.
A mí me frustra mucho en el día a día. Hay como una autoexigencia constante que, al final, merma la calidad… y nos lleva a pedir disculpas por no llegar a todo.
¡Puede ser agotador!

María [Riama]
Sí, esa sensación de disculpa, de desatención, es la tónica general.
Un sinfín de “debería…” interminables.
Pero… ¿y si en lugar de decir “debería” decimos “tengo ganas de…”?
Tal vez así cambiaríamos la sensación. Pasaríamos del deber al deseo.
Podríamos ver con más claridad dónde queremos realmente poner nuestra energía y atención.
¿Será un problema de expectativas externas?

Jara Loira
Creo que esto que planteas es una de las claves: conectar más con nuestras motivaciones profundas.
El “tengo ganas de…” nos da energía, nos nutre.
Al final, se trata de cómo pensamos, cómo usamos el lenguaje con nosotras mismas, cómo reflexionamos sobre el para qué y el por qué hacemos las cosas.
Cómo usamos nuestro tiempo, y qué aspectos de nosotras priorizamos.
También creo que, como decías, tiene que ver con la atención que le damos a lo que se espera de nosotras: ser intachables, eficaces, sociables, cuidadoras, atentas…
Quizás solo necesitamos un poco más de tiempo con nosotras mismas: para nutrirnos, reflexionar, conocernos mejor, analizar cuáles son nuestras verdaderas fuerzas y energías.
Y desde esa conciencia real, tomar decisiones sin culpa.
Probablemente disfrutaríamos más de esos momentos únicos de escucha y encuentro auténtico.

María [Riama]
¡Supernecesarios y vitales!
Vivimos muy desconectadas de nosotras mismas, en piloto automático… y eso pasa factura.
Pero reflexionando sobre esto, en el otro extremo está otro fenómeno que también estamos viviendo: el ghosting…

Jara Loira
Sí, eso es muy fuerte.
Imagínate que estás en una conversación presencial y de repente la otra persona deja de hablarte y se va. Tremendo.
Pero en la comunicación digital pasa todo el tiempo.
Quizá sea por esa desconexión con el ser real que está detrás del mensaje.
Creo que nos deshumaniza más de lo que creemos. Perdemos empatía y olvidamos normas sociales básicas que en otros contextos serían impensables.
Y sabemos que puede ser muy doloroso para quien está al otro lado.
¿Se te ocurre algo que podríamos hacer en esos casos?

María [Riama]
Sí, es tremendo.
Pues mira, si no puedes responder en ese momento, al menos podrías tener un mensaje estándar preparado, para que la otra persona sepa que has recibido el mensaje y que no puedes contestar ahora.
No sé… es complicado.
Ayer justo una amiga me contaba la cantidad de correos que recibe al día de personas que ni conoce.
Es muy fácil perderse en esta avalancha de comunicaciones.
Entre lo profesional, lo personal y el ocio digital, nos dejan k.o.
Percibo que la gente está exhausta.
Algo estamos haciendo mal…
Y además, el sentimiento de soledad e insatisfacción crece cada vez más.
Creo que es momento de parar en seco y cuestionarnos, individualmente:
¿Qué tipo de relaciones queremos tener en nuestra vida?

Jara Loira
Así es, María.
Empezando por analizar quién soy yo realmente.
¿Puedo, con mi energía y capacidades, abordar esta avalancha diaria de inputs?
Reflexionar sobre qué tipo de vida quiero, cómo quiero usar mi tiempo, cómo quiero cuidarme, cuidar mi entorno, y cómo trato a las personas que se acercan con sus propias necesidades y tiempos.
Me gusta mucho la idea del mensaje tipo, como una respuesta rápida que diga algo así como:
“Te leo, pero necesito tiempo. Soy humana, y gestiono lo que puedo desde mis posibilidades. Me responsabilizo.”
Y también reflexionar sobre lo que realmente nos dan las redes sociales y canales como LinkedIn:
¿Es allí donde buscamos afecto, reconocimiento, validación?
Porque si es un espacio donde se pierden tantos matices y cualidades humanas…
¿Es coherente validarme allí, donde ni siquiera me conocen realmente?
Eso también hay que aprender a gestionarlo.

María [Riama]
Brutal lo que planteas.
Creo que pones el foco justo donde hay que mirar.
Este diálogo da para muchísimo. Es un tema complejo y profundo, difícil de abarcar por completo.
Pero lo que está claro es que hay que revisar lo que venimos haciendo, porque ya no nos está funcionando.
No nos estamos comunicando como necesitamos.
Estamos en muchas interacciones…
Pero, ¿son realmente de calidad?
Y para terminar:
¿Qué pregunta lanzarías a quien esté leyendo esta conversación?

Jara Loira
Me surgen varias preguntas.
Quizás mis dificultades tengan que ver con una cuestión generacional, con adaptarme a una nueva realidad.
Tengo la duda de si es un problema general o si las personas que han nacido con esta forma de comunicación la viven de otro modo, tal vez más fácil, con otros retos distintos.
Así que preguntaría:
¿Y tú, cómo lo vives?
¿Qué haces para sentirte a gusto con tus formas de comunicarte?

María [Riama]
Sí, es cierto. Cada generación lo vive de manera distinta.
Por eso mi pregunta sería muy general:
¿Te sientes escuchado?

Muchísimas gracias, Jara, por tu tiempo y tu reflexión.

Jara Loira
Muchísimas gracias a ti, María, por invitarme a reflexionar sobre temas tan presentes en nuestro día a día, y a los que tantas veces no les damos atención… aunque nos afecten tanto.


Jara Loira: Creadora de Jara en el Bosque | Referente en Educación Viva y Escuelas en la Naturaleza