María [Riama]:
Hola, Alberto. ¡Bienvenido a Diálogos Abiertos!
Hoy quería reflexionar contigo la pregunta:
¿Cuándo el sacrificio es enriquecedor?
¿Qué te viene?
Alberto Palacios:
Lo primero: ¡gracias por hacerme partícipe de este espacio!
Lo primero que me viene es que el sacrificio siempre trae algo mejor, sin esperar nada a cambio, sin saber cuándo. Por experiencia propia, siempre llegó algo mejor.
María [Riama]:
Es cierto. Creo que la dificultad viene un poco de la propia palabra, las connotaciones que se le pueden dar a «sacrificio», como asociado a sufrimiento, a renuncia…
¿Acaso la vida no es eso un poco?
Alberto Palacios:
La vida es la gran escuela, sin manual, condicionada a veces por nuestra herencia de linaje, por modelos de aprendizaje adquiridos…
Pero es importante ser conscientes, en algún punto de nuestra biografía, y probar a desaprender, a buscar otros caminos, otras alternativas que nos hagan mirar desde otras perspectivas.
Sacrificando zonas de confort y, sobre todo, confiando —muy importante— en otras realidades que no fuimos capaces de ver pero que están delante de nosotros.
Y es ahí cuando la vida se convierte en algo maravilloso.
María [Riama]:
Qué importante esto que remarcas. Los sesgos, aprendizajes, falsas creencias, vivencias… nos condicionan la mirada.
Incluso yo añadiría las expectativas, que también están condicionadas por esto mismo.
Estas expectativas nos predisponen al futuro como si fuera algo que podemos controlar.
Y creo que ahí nace uno de nuestros principales sufrimientos: cuando no se asemeja a lo que habíamos planificado o pensado.
De ahí un poco esa renuncia…
¿A qué renunciamos realmente?
Alberto Palacios:
¡Qué hilo más bonito!
Desde mi punto de vista —y habiendo compartido conversaciones similares con otras personas— hay una relación proporcional entre el sacrificio y el apego.
El desprendernos de cosas, que aunque a veces somos conscientes, en lo más profundo de nosotros sabemos que debemos soltarlas… nos cuesta.
Y a veces, cuando lo hacemos, para algunos es un gran sacrificio, pero para otros es realmente una liberación.
Para los primeros, quizá puedan entender que tuvo que suceder de esa forma para ser quienes son hoy, de forma presente.
Sacrificar, de forma consciente, es liberarnos, es descubrir, es avanzar…
Su propia etimología así lo describe: sacrificio es hacer algo sagrado 🙂
María [Riama]:
¡Ala! ¡Qué belleza! Sagrado… Hay algo que hemos perdido, que nos hemos dejado por el camino de la supuesta evolución.
Y es eso de considerar que hay cosas que simplemente son, sin entenderlas, sin controlarlas.
Y creo que “sagrado” tiene ese sentido, al menos para mí. Algo que simplemente es.
Que se enlaza con lo que decías: en lo más profundo de nosotros lo sabemos, sin más.
Y este “dejar ir”, si es desde la generosidad, se mezcla con esa liberación que mencionas.
No porque nos deshagamos de ello, sino desde esa gratitud de “aprendí, y ahora sigo”.
Porque somos continuo cambio…
¿Por qué seguimos pensando en los “para siempres”?
¿El concepto del tiempo condiciona nuestra experiencia?
Alberto Palacios:
¡Buen detalle, María!
Parece que hemos sido educados para lo eterno, sin darnos la oportunidad de saber que todo tiene un principio y un fin.
Llevo años trabajando personalmente en lo impermanente, donde se encuentra la esencia de las cosas, de lo que vives en cada momento, sin apegarnos.
Disfrutar de lo efímero, dejar de proyectar las expectativas futuras.
Cada día hago un caminar. A veces repito el mismo recorrido, pero cada día que lo hago es diferente.
Cuando lo hago, no pienso que es el mismo recorrido y ya lo conozco. Voy expuesto a qué me va a regalar hoy: un sonido, un aroma, una flor, un encuentro…
Para mí, eso rompe el “camino de siempre”.
Aunque sea un tópico, el aferramiento al pasado y la impaciencia del futuro nos hacen perder el momento, el ahora, el hoy, el presente.
Y aunque con algunas personas que he compartido esta forma de estar, me dicen que lo veo muy fácil, yo les digo:
es tan simple como, a veces, poner un punto de tu conciencia en cómo entra y sale el aire de tu cuerpo.
Eso te aleja del pasado y no te lleva al futuro. Te lleva a un acto de conciencia que es simplemente respirar.
María [Riama]:
Tan simple, ¿verdad? Ese respirar es un ancla al ahora.
Tantos ahoras que nos perdemos por estar atrapados en los pensamientos.
Ese sonido, esa flor… están fuera de lo intelectual. Es un lugar que nos cuesta mucho habitar, como si fuera una pérdida de tiempo…
¿Ser es una pérdida de tiempo?
Curioso, porque ahora pensando en sacrificio, creo que la gente lo lleva a: “me sacrifico en lo laboral”, “sacrifico mi vida personal”, “sacrifico mi tiempo”…
Por mi familia, por seguridad, por el futuro…
Y así la vida, como la arena, se nos va poco a poco de las manos.
Alberto Palacios:
Así es. Y desafortunadamente, hay más personas en el sacrificio de la queja que en el sacrificio benefactor.
Nunca hay tiempo para dedicarnos a nosotros, siempre se antepone algo, siempre hay una excusa.
Y efectivamente, la vida continúa.
Si verdaderamente fuéramos conscientes de que el tiempo es lo único que no vuelve, seguro que tomaríamos otra perspectiva de las cosas.
Pero, como decía antes, debiéramos permitirnos el lujo de desaprender.
Abrir esa puerta, sin miedo, desde la confianza, sin etiquetas, liberarnos de lo que piensa el otro…
Y todo se transforma, estoy seguro. ¡Y doy fe! 🙂
María [Riama]:
¡Yo también la doy!
Esa consciencia, que al final es la misma que comentas en tus paseos, esa que te hace mirar sin juzgar, observar, dentro y fuera.
Entender nuestro engranaje, el que nos lleva en piloto automático.
Desactivarlo y empezar a conducir nosotros mismos, siendo conscientes de por dónde queremos ir y por qué.
Y ahí está ese desaprender que comentas, desde la observación, desde el cuestionamiento.
Aquí vuelvo a mis queridas preguntas… las que te arrojan luz para ver ese camino que se difumina si no lo miramos.
Y que al final de la vida nos hacen decir: “¿Por qué no lo vi?”.
Ese desprendernos de lo que nos pesa, de lo que nos hace estar desconectados de los otros y de nosotros mismos.
Porque incluso en ese “¿qué pensará el otro?”… eso dice más del otro que de nosotros.
Y ese cuestionar lo que el otro piensa parte de nuestra propia subjetividad.
Totalmente absurdo.
Al final quedamos atrapados en un juego sin reglas, solo interpretaciones que derivan en sufrimiento.
¿Cuánto sufrimiento innecesario podemos soportar… y para qué?
Alberto Palacios:
María, sintámonos afortunados de estar en esta evolución de la consciencia.
A veces de forma autodidacta, otras con las personas que siempre nos han enseñado algo, para poder despertar.
Somos los únicos responsables de asumir el sufrimiento.
Y estoy seguro de que nadie está a gusto en ese sentir, pero también es cierto que les cuesta desprenderse de él.
De imaginar el día en que cortan las correas de su mochila para sentirse liberados.
A veces forma parte de nuestra biografía, de nuestra herencia.
Y en algunas ocasiones, hay personas que, en algún momento de su vida, despiertan.
Otras continúan cargando la mochila…
Al menos, si nos encontramos con ellas, o ellas nos encuentran, tendremos la oportunidad de aportar otro punto de vista.
Sin más. ¡Algo habrá quedado!
María [Riama]:
Gran sabiduría en tus palabras, Alberto.
Y para terminar, ¿qué pregunta dejarías en el aire?
Alberto Palacios:
Gracias, María, por este espacio de reflexión y por darme la oportunidad de expresar desde el pensar, sentir y la voluntad, cómo soy.
Como pregunta, dejaría:
Si el sacrificio fuera sinónimo de libertad, ¿qué estarías dispuesta a hacer de forma consciente?
Y comprometerte a hacerlo… sería un primer paso.
María [Riama]:
¡Qué buena pregunta! Abriría muchos caminos de exploración…
Mi pregunta sería:
¿Qué hay realmente detrás de cada sacrificio que haces?
Muchas gracias a ti por tus reflexiones de vida tan valiosas.
Alberto Palacios:
¡Muchas gracias, una vez más!
Me ha encantado.
Y no dejes de aportar estas conversaciones tan bonitas. ¡Gracias! 🙏
Alberto Palacios: Co-creando e impulsando modelos de economía de impacto desde BE ONE Spain y @TreeNNova Lab – UDOE UPM | Co-creating and promoting impact business models | Miembro de Climate Neutral Now | Capital Natural y Bioeconomía