Ya no recuerdas bien cómo era al principio. Hay alguna foto en blanco y negro, borrosa, donde solo se ve un trozo del jardín. Ahora lo miras y te gusta, sí… pero notas el paso de los años. Ya no es el mismo. Hay una cierta decadencia en la que te reconoces, pero que no termina de convencerte.
Has probado muchas cosas. Nuevos abonos, pero tu presupuesto no da para renovar la tierra constantemente. Además, hay zonas donde la luz apenas llega, ocultas bajo la densa vegetación. Te encariñaste con unas flores exóticas que viste en una revista, compraste las semillas, seguiste todos los pasos… pero nada, no crecían. ¿Por qué en esos jardines de revista todo parece salir perfecto? Y entonces te das cuenta: tu jardín no está en un clima tropical.
Te encantaría que luciera diferente, sabes que tiene potencial, pero empezar de cero te da pena. Todo lo que ha crecido ahí tiene una historia. Desperdiciar ese potencial sería una lástima. Has pensado en contratar a un paisajista, pero temes que entonces ya no sería tu jardín.
Cada mañana te sientas a contemplarlo con una taza de té caliente. Te dices a ti misma que tal vez deberías aceptarlo como es. Pero en el fondo, esa decadencia te entristece. No te conformas.
Un día, en una de tus múltiples visitas al vivero, conversas con alguien sobre tu desencanto con el jardín. Esa persona te escucha atentamente y se ofrece a visitarlo contigo.
Mantenéis una conversación en la que el tiempo parece desaparecer. No hay soluciones mágicas, solo preguntas y observación. Mientras habláis vais caminando, mirando y analizando. Tienes unas tijeras en la mano, cortas aquí y allá. Quitas la maleza, trasplantas o retiras algunas plantas, podas los arbustos que se habían descontrolado y, ahora que está más despejado, siembras aquellas semillas que realmente encajan con tu tierra.
Cuando os alejáis para contemplarlo, el jardín sigue siendo el mismo, pero ahora realmente se ve como tú sabías, en el fondo, que podía lucir. Con su esencia intacta, pero con un orden que le da nueva vida.
🌿 Si este jardín fuera la representación de tu espacio personal y profesional…
¿Qué necesita más luz y espacio para crecer?
¿Qué partes han perdido fuerza y podrías podar?
¿Qué semillas te gustaría plantar para el futuro?
Si estás en ese momento de preguntarte qué hacer con todo lo que has cultivado en tu camino profesional, en las exploraciones creativas del Proyecto DREAMIT te acompaño a mirar tu proyecto con nuevos ojos. A través de un proceso visual y estratégico, exploramos desde la raíz hasta las hojas, para redescubrir su potencial, despejar lo que ya no aporta y dar forma a nuevas posibilidades que realmente encajen contigo.
Proyecto DREAMIT. Cuando el proyecto eres tú. ¿Exploramos?