María [Riama]:
Bienvenido, Lluís, a Diálogos Abiertos. Hoy me gustaría reflexionar contigo la siguiente pregunta: ¿Qué encontramos a las afueras del lenguaje?
Lluís Pastor:
A las afueras del lenguaje, te diría de entrada, que no queda nada.
El lenguaje, entendido como el modo en el que ordenamos nuestros pensamientos en acción.
El lenguaje como vehículo de comunicación.
No me refiero solo al lenguaje humano, sino a los sistemas de comunicación de los seres vivos.
María [Riama]:
¿Consideras, por tanto, que todo es comunicación? ¿Hasta lo que no pasa por el intelecto?
Lluís Pastor:
Todo es comunicación.
Pensar es comunicarse con uno mismo.
Puede haber información que no pase por un cedazo consciente, pero para que la información fluya de un emisor a un receptor, hay que entender que se desarrolla en un proceso comunicativo.
A veces inconsciente… (aunque esta palabra nos llevará a confusiones).
María [Riama]:
Pero en los casos en que ni se articule palabra, que no haya pensamiento, solo una sensación, un estremecimiento, por ejemplo… ahí no hay lenguaje… tal vez sí comunicación… pero entonces… ¿Lenguaje y comunicación no van de la mano?
Lluís Pastor:
Claro que van de la mano… Incluso en el caso en el que una frase dicha o escrita no llegue a nadie, ni nadie la lea.
Los seres humanos, los sapiens sapiens, desgajamos un tipo de comunicación más abstracta que la del resto de seres vivos y la llamamos lenguaje.
Si nos atenemos a esta definición más restrictiva, podríamos decir que siempre hay comunicación, aunque no se vehicule siempre con el «lenguaje».
Pero es una visión restrictiva y supremacista, porque da por descontado que el lenguaje solo es humano.
Yo no me lo creo del todo…
María [Riama]:
Entonces, ¿existen todo tipo de lenguajes fuera de los que nosotros usamos, que conocemos? ¿Dónde haya dos seres, hay lenguaje?
Lluís Pastor:
Mira. He entrado en el diccionario de la RAE para ajustar de lo que estamos hablando.
Lenguaje: «Facultad del ser humano de expresarse y comunicarse con los demás a través del sonido articulado o de otros sistemas de signos».
Esta es la visión más extendida.
El lenguaje solo es humano porque entendemos por lenguaje solo nuestra forma de codificación abstracta.
Eso invalida a cualquier otro ser vivo a que tenga un lenguaje: un sistema codificado para canalizar una comunicación.
Los etólogos llevan algunas décadas desmintiendo eso.
Lo que pasa es que nos resulta muy difícil descubrir las claves de los lenguajes de otras especies.
Desde la lingüística más seria o desde la biología más conservadora, lenguaje es solo una capacidad humana.
Y lo que te digo sonaría a herejía.
María [Riama]:
¡Claro! Al final nosotros, los humanos, ponemos nuestras propias reglas nombrando las cosas.
Las palabras incluyen y excluyen significados. Definen nuestro mundo y lo limitan.
Por eso las propias palabras, el lenguaje… nos encierran en el intelecto. En lo conocido…
De ahí mi pregunta… ¿Qué hay fuera del lenguaje? ¿Qué nos estamos perdiendo… o qué no estamos habitando?
Lluís Pastor:
Si seguimos por el camino de las restricciones, la senda en la que nos consideramos una especie privilegiada y superior a las demás, nos perdemos casi todo lo que nos rodea.
Esa visión, contaminada de sesgos judeocristianos, que nos hace creer la especie elegida.
Si abrimos la curiosidad al resto de seres vivos con los que compartimos el planeta, lo que nos espera es la sorpresa y la fraternidad.
Intentamos que algunos animales «inteligentes» nos demuestren lo muy listos que son haciéndoles pasar pruebas humanas, muy humanas…
Como que se reconozcan en un espejo.
Si no lo hacen, los bajamos a la división inferior.
Pero los animales se comunican con lenguajes codificados que desconocemos.
A veces con la voz y otras con el cuerpo.
Las plantas, como afirma el botánico Stefano Mancuso, a través de las fragancias.
Imagínate lo que nos estamos perdiendo desde hace siglos.
Si entendemos que todos los seres comunican, se nos abre un nuevo planeta, apenas conocido por nosotros.
Hay una frase preciosa de Mancuso que dice que cuando paseamos por un bosque y olemos las distintas fragancias de las plantas, estamos en medio de sus conversaciones.
Me parece una imagen insuperable.
Entender eso es entender nuestro lugar en el planeta.
María [Riama]:
¡Qué bonito! Y qué sabia esa frase.
Sí, esto lo trata muy bien James Bridle en su libro Modos de existir.
Es una cura de humildad la que necesitamos. Y en esa humildad aprenderíamos tanto…
Sobre todo creo que nos quitaríamos incluso peso sobre los hombros.
El considerarnos tan importantes nos aleja de nuestro origen.
Pero incluso para relacionarnos entre nosotros mismos, individual y colectivamente, si entendiéramos que hay mucho más que el lenguaje, nos daría una enorme riqueza.
Nos estamos perdiendo tanto.
Lluís Pastor:
Nos hemos obligado a transitar por un camino estrecho.
Andamos con dificultad y no sabemos adónde nos lleva.
La comunicación permite que las relaciones se ensanchen.
Que todo cuente.
Que vivamos cada frame de cada segundo de un modo único.
Con nuestra pareja, con nuestra mascota, con los animales y las plantas que nos rodean.
Los profesores tendríamos que ayudar a multiplicar esta comunicación con los otros agentes que comparten la vida con nosotros.
A entenderla mejor.
Fíjate que esa es también una de las fronteras del conocimiento.
Nos cuesta entendernos con otros humanos (horror).
Y ni siquiera damos pábulo a que otros seres vivos comuniquen (vanidad).
María [Riama]:
Eso que dices es importantísimo: la educación, el abrir la mirada para ver más allá de lo productivo, de lo que sirve para algo…
Para mí, esa sería la base de la vida… qué metemos y sacamos de lo que “sirve”.
Caminar, como decía Stefano, por la naturaleza… ¿Qué valor real tiene? ¿Cómo lo medimos? ¿Hay que medir? ¿Todo es medible? ¿Sobre qué bases?
Lluís Pastor:
Mira, la comunicación permite entender que todo es relacional.
El pensamiento con uno mismo, también.
Descartes hablaba con Descartes cuando redactaba sus Meditaciones.
Si todo es relacional, la importancia reside en la relación.
Y eso significa que hay que mirar al otro de un modo distinto, más real, más significativo.
Medir es una acción, entre muchas otras.
Priorizarla responde a una manera de entender el mundo.
Fíjate que en nuestro paradigma el éxito se mide: por el dinero que reporta, por los seguidores en las redes…
Jesús tuvo 12 seguidores y cambió el mundo.
Cuéntaselo a un influencer…
¿Cómo mides la pérdida de un ser querido? ¿Por las lágrimas derramadas?
¿Cómo mides el amor?
¿Cómo mides tu autoimagen?
La comunicación también ayuda a eso.
María [Riama]:
¡Qué bueno! Es una gran observación.
Cuando le pones foco a “medir”, nos lleva al absurdo total. Porque lo es.
No tiene ningún sentido que todo tenga un fin último. Y menos que lo podamos controlar.
Creo que la propia complejidad hace que sea inabarcable. Y eso nos libera.
Creo que todo está en relación, porque es una fantasía vernos como seres aislados. Formamos parte de un todo.
Pero lo bonito es que solo adentrándonos en nosotros mismos y quitando todo el ruido podemos ver al otro sin nuestros condicionantes.
Al final, esa condición que nos sitúa en creernos superiores es la que más nos limita: nuestro propio intelecto.
Por eso siempre, en estos diálogos, me interesa ver más allá de nosotros mismos.
Ya estamos todos mirando lo inteligentes que somos, todo lo que sabemos, pero ver aquello que nos dejamos en el camino es lo que a mí me ocupa.
¿Para ti, qué nos estamos dejando?
Lluís Pastor:
Muchas veces lo dejamos todo fuera.
Creo que, en parte, ese es el mensaje de pensadores y místicos: vivir abriendo más el plano.
En eso, créeme, la comunicación es un buen camino.
Si todo comunica, todo nos está queriendo decir algo. Solo hay que estar atento.
María [Riama]:
¡Totalmente de acuerdo!
¿Qué nos quiere decir?
Y para terminar… ¿Qué pregunta dejarías en el aire?
Lluís Pastor:
Todas las preguntas están siempre en el aire.
Respondemos a lo largo de la vida solo a las que creemos que nos interesan.
Aunque sea solo por probar… pongamos atención en escuchar más preguntas de las que queremos tener respuesta. ¡A ver qué pasa!
María [Riama]:
Esa es mi visión. Detrás de una pregunta, en vez de una respuesta… otra pregunta.
Mi pregunta sería: ¿Eres consciente de que tu lenguaje te limita la manera de percibir el mundo?
Lluís Pastor:
“¿Eres consciente de que tu lenguaje te limita la manera de percibir el mundo?”, es un buen titular para terminar esta charla.
María [Riama]:
¡Muchísimas gracias, Lluís, por estar del otro lado compartiendo tu sabiduría!
Lluís Pastor:
Gracias a ti por dialogar.
Lluís Pastor: Investigador de Frontera. Investiga las comunicaciones espontáneas de los muertos con testigos vivos. Profesor de Comunicación. Consultor de comunicación y de innovación educativa. Conferenciante.