Mantenerse en la incertidumbre como proceso creador

Como sociedad nos han enseñado la conjunción entre problema-solución de manera automática, instantánea. Cuéntale un problema a alguien y te dará una solución en segundos, probablemente la más evidente.

Pero si realmente quieres hacer algo distinto, algo más acorde a ti, mantenerse en la incertidumbre es necesario.

La incertidumbre es ese espacio donde todo es posible. Pero, por alguna razón, la mente se va a lo malo, a lo catastrófico.

Lograr quedarse ahí, soportar esa presión silenciosa, el tic-tac del reloj, el deseo de salir cuanto antes, te empuja a encontrar una solución rápida.

Pero ¿y si nos entregamos a la incertidumbre como una ventana de crecimiento y de posibilidades?

Ahí es donde entra la divergencia del pensamiento, la capacidad de ampliar la mirada y encontrar nuevos caminos. Es ahí donde la creatividad se exponencia.

Cuando tu mente empieza sus frases con «¿Y si…?», sin juicios, sin límites, sin expectativas, es cuando la magia se hace posible.

Te invito a pensar más allá, a transitar la incomodidad y a darte ese espacio para explorar un mundo de posibilidades.

Y si quieres que te acompañe, dame un silbidito.