La semilla de una idea: Proyecto DREAMIT

Este proyecto nació de manera natural, al escucharme a mí misma, entendiendo mis fortalezas y debilidades, y diseñando mi proyecto ideal: ayudar a personas y empresas en sus proyectos, facilitando su camino creativo. Gracias a mi pensamiento transversal, he podido plantear nuevas maneras de ver, donde la incertidumbre crea un espacio de cambio, y me apasiona ese momento de descubrimiento en el que, de repente, todo parece posible.

El nombre Proyecto DREAMIT no fue una elección casual. Cada palabra tiene un significado especial que refleja lo que este espacio representa y cómo acompaño a las personas y empresas en sus sueños e ideas.

Proyecto. Lo concibo como un espacio de desarrollo, tanto para los proyectos a los que acompaño como para el mío propio, porque ¿acaso no estamos todos en constante evolución?

DREAMIT. Este nombre me ha acompañado desde mis primeros pasos en el mundo digital. Es un espacio donde las ideas y sueños pueden crecer, explorarse y transformarse en algo más. Porque un sueño, como una semilla, necesita cuidado para crecer.

¿Vale que… podamos soñar e imaginar aquello que nos ilusiona?, como cuando jugábamos de pequeños y todo estaba permitido. No dejemos que nuestras ideas se queden esperando o se descarten antes de nacer.

Como decía Viktor Frankl, «La vida tiene que tener un propósito, un sentido.» A veces, ese sentido comienza simplemente dándole un espacio a nuestras ideas, explorándolas y viendo qué forma pueden tomar.

Por eso, te invito a explorar esos sueños pospuestos: «Si me tocara la lotería, haría…», «Si me despidieran del trabajo, haría…», «Si tuviera tiempo, haría…». ¿Por qué no ahora? Tal vez no puedas hacerlos realidad hoy, pero al menos definirlos te puede ilusionar.

¿Me cuentas tu sueño?

«Hasta un gorila puede pasar desapercibido»

Hace poco recordé un experimento psicológico que me dejó pensando. En 1999, un grupo de personas tenía que contar los pases de una pelota mientras veían un video. Lo curioso es que la mayoría no se dio cuenta de que alguien disfrazado de gorila cruzaba la escena. Este «Test del Gorila Invisible» demuestra algo tan sencillo como real: a veces estamos tan enfocados en las tareas inmediatas que dejamos de ver lo que realmente importa.

Y no es raro. Vivimos en un «no me da la vida» constante. Agendas sin espacio, la sensación de que las horas del día son pocas, y mientras tanto, lo urgente sigue devorando lo importante.

Pienso en esta imagen como un reflejo de eso. Nos fijamos tanto en las pelotas, en lo inmediato, que dejamos de ver al gorila en la sala.
Las empresas no pueden parar, y lo entiendo. Pero yo sí. Trabajo desde otro ritmo. Uno que me permite observar con calma, cuestionar y explorar nuevas posibilidades.

De ahí nacen las exploraciones creativas de proyecto DREAMIT. Este enfoque busca aportar una pausa necesaria para mirar con atención y desde nuevas perspectivas. A través de una mirada fresca y pausada, acompaño a las empresas a ampliar lo que tienen y a descubrir otras conexiones. Es un espacio donde las ideas se conectan, las posibilidades emergen y los caminos se amplían, sin la presión de lo inmediato y con la profundidad que muchas veces falta en el ritmo frenético del día a día.

A veces, lo único que hace falta es parar un momento y permitirnos observar con calma.